¿Emplear el aguinaldo? ¿Recurrir a la tarjeta de crédito? ¿Echar mano de la coperacha entre familiares y amigos? La realidad es que gastar en las cenas de Navidad –obsequios incluidos-, y la de Fin de Año, consume el equivalente al 48 por ciento del ingreso mensual de los mexicanos, muchos de los cuales emplean sus tarjetas de crédito para financiarlas o recurren a los carísimos préstamos personales.
De acuerdo a pequeñas financieras en Pachuca –El Cerrito, First Catch, Monte de Piedad o Provident-, la navideña es la segunda temporada de mayor contratación de préstamos personales, después de la de regreso a clases.
De acuerdo a estas casas de préstamos, por lo general el 32 por ciento de las familias destinan el aguinaldo a pagar deudas; 52 por ciento optan por realizar compras online y 49 por ciento realiza sus compras con tarjetas de crédito. De igual manera, el 40 por ciento de las familias prefieren realizar sus compras en las dos primeras semanas de diciembre.
A su vez, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), calcula el gasto promedio de un tarjetahabiente en regalos navideños en mil 200 pesos.
Ante esta situación insisten la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), y de la Procuraduría Federal del Consuumidor (Profeco), en sus llamados a evitar endeudamientos que encarezcan el dinero al sumarse las tasas de interés.
Las compras a meses sin intereses pueden ser buenas ofertas si se tiene la disciplina de pagar mes con mes con toda puntalidad; el problema es que en ocasiones se sobrepasa la capacidad de endeudamiento y se dificulta pagar”, alerta la Condusef.
A su vez la financiera Reconfiguración Financiera aconseja a su vez que si se realizan compras con dinero plástico, es mejor ser “totaleros”, es decir, pagar el total de la compra antes del cierre mensual, para no pagar intereses por la misma.
Ante esta situación, tanto la Condusef como las abuelas recomiendan ser prudente y precavidos: ir comprando, desde semanas atrás, ingredientes de los platillos sin caducidad temprana que se servirán en Nochebuena y Fin de Año, así como pequeños presentes que se deseen obsequiar.
Si las compras para las cenas de las fiestas y los obsequios que se plantean dar se dejan hasta último minuto, el desembolso será altísimo y podría llegar a consumir por encima de lo percibido vía aguinaldo”, alerta la Condusef.
Es por demás importante recordar, también, que el amor se obsequia, no se compra, y que los mejores regalos son los que se elaboran en casa, con las propias manos, así sea una tarjeta, una carta, una manualidad, señala la Profeco.
También con antelación, señala la Profeco, conviene sostener una reunión familiar en la que se analicen los ingresos de diciembre, aguinaldo incluido, y la lista de gastos, para atender renglones prioritarios y decidir cuánto y en qué gastar, elaborar una lista y ajustarse a la misma al realizar las compras.
- La Navidad es una temporada de disfrutar y gastar… con prudencia, se alertó.