Por segundo fin de semana consecutivo, Pachuca y otras ciudades de Hidalgo, incluidos los Pueblos Mágicos de Real del Monte, Huasca y El Chico, registraron una actividad muy inferior a la acostumbrada y la industria turística resintió los efectos negativos del abasto insuficiente de combustibles en el estado.
Desde temprana hora este domingo, las calles volvieron a lucir semivacías; los puestos con venta de barbacoa, de carnitas, tan concurridos el día de asueto generalizado, tuvieron una caída en la demanda de al menos 50 por ciento, según se informó.
Igualmente, semivacío, se observaron los bulevares Nuevo Hidalgo, Colosio y la carretera de la montaña, así como los puestos de pollos rostizados, asados al carbón, de fruta, de aguas frescas y fruta picada, los que se quedaron esperando el cruce de turistas y visitantes.
En las venidas de gran circulación, como el bulevar Felipe Ángeles, los expendios de gasolina lucieron cerrados, en algunos casos, y con largas filas de automóviles esperando ser abastecidos.
Incluso en algunos centros comerciales como Plaza Gran Sur, Plaza Villas o Soriana del Valle, la afluencia de consumidores fue mucho menor a lo habitual, pese a ser día de surtir la despensa.
En el centro de la ciudad se reportó una actividad menor a la habitual, de entre un 25 y 30 por ciento, incluso en los mercados municipales tan concurridos, como el Primero de Mayo y el Benito Juárez.
Sitios como el famoso establecimiento comercial de carnitas de cerdo El Chino, en el bulevar Felipe Ángeles, los de pizzas Litlle Caesars o los de pastes Kikos no estuvieron abarrotados, como suele ocurrir los domingos.
“Aunque en la Ciudad de México el abasto ya se normalizó, la gente tiene miedo venir a Pachuca y tener problemas para abastecerse aquí, mientras que los pachuqueños buscamos cuidar la gasolina de que disponemos y evitar las largas filas”, afirmó un comerciante en el bulevar Felipe Ángeles, en donde establecimientos como ferreterías, madererías, casas de materiales de construcción y hasta restaurantes, que suelen abrir los domingos, permanecieron cerrados.
“La gente sale hasta donde puede caminar, a donde no tiene que mover el carro”, dijo a su vez Ernestina, comerciante de alimentos en el tianguis de San Cayetano, en donde también se ha resentido una baja en la afluencia de consumidores.
Al abasto insuficiente de gasolina se sumó, este domingo, una baja temperatura que llevó a muchas personas a permanecer en casa. “Con frío, y sin gasolina, mejor en casa”, comentó Marcela Rosas, quien sólo salió al tianguis para surtirse de lo necesario “para preparar un mole de olla, llevarles frutas y algunos dulces a mis hijos, para quedarnos en la casa, cómodos y sin pasar frío”.