Las palabras no son la simple unión de letras, son la expresión de conocimientos sustentado en la ciencia, en la razón y en la experiencia. Son dictados por el sentimiento emanados del espíritu de igualdad, fraternidad, justicia, humanidad, respeto y bienestar. Entre otros valores que lleva a la práctica los hombres en su vida cotidiana, sobre todo, en su desempeño en la función social elegida por deseo propio o encargada por otros hombres que le depositan su confianza.
Pocos de estos mortales ocupados en el arte de la gobernanza han dejado huella indeleble por el tiempo, son imborrables en la memoria colectiva porque cumplieron con hechos sus fecundas palabras, tal como lo muestra la expresión emitida por Benito Juárez García, es su responsabilidad de gobernante de expreso: “Como hijo del pueblo nunca podría olvidar que mi único fin debe ser siempre su mayor prosperidad”.
Benito Juárez con sabiduría supo sortear las contrariedades presentadas durante su gobierno por el partido conservador, situación que orillo al país a la etapa conocida en la historia nacional como “La Guerra de Reforma”, dicho conflicto fue con el motivo de abrogar la constitución política de 1857. Al saber que la oferta brindada por este grupo dirigente y sus impulsores no eran ya aceptados, se dieron a la tarea de solicitar la ayuda externa para mantener sus prebendas.
El Partido Conservador y sus alentadores se dieron a la tarea de ofrecer el gobierno mexicano a un integrante de la nobleza de un país extranjero, situación que ocasiono trastornos políticos y acentuados conflictos sociales que perjudicaron a la ciudadanía. Sin embargo, los planteamientos el partido liberal fueron más convincentes y sus propuestas prevalecieron.
Entre los beneficios aportados durante el gobierno de Benito Juárez fueron la Ley Juárez, Ley Iglesias, Ley Lerdo, fue la solicitud presentada por un selecto grupo de legisladores federales integrado por los connotados hidalguenses: “Manuel Fernando Soto, Antonio Tagle, Manuel T. Andrade, Cipriano Robert, Protasio Tagle, Gabriel Mancera José Luis Revilla y Justino Fernández”. El interés de crear el nuevo estado prosperó en el Congreso de la Unión, presentado desde 1861, donde la preocupación habitante de ciertos Distritos Federales y Municipios de una región del Estado de México se desprendiera para crear el Estado que hoy lleva el apellido del prócer de la Patria Miguel Hidalgo.
La ciudadanía habitaba en las siguientes municipalidades: “Actopan, Alfajayucan, El Arenal, Acaxochitlán, El Cardonal, Cuautepec, Atotonilco el Grande, Atotonilco el Chico, Tianguistengo, Mixquiahuala, Ixcuinquitlapilco, Ixmiquilpan, San Salvador, Santiago Tlachichilco, La Misión, Mineral del Monte, Pachuca, Tulancingo, Singuilucan, Metepec, Huascasaloya, Tula, Chapantongo, Zempoala, Atitalaquia, Tlaxcoapan, Tezontepec de Aldama, Tetepango, Tepetitlán, Jacala, Pacula, Zimapán, Tasquillo, Tutotepec, Tenango, Huejutla, Zacualtipán, Xochicoatlán, Molango y Omitlán.”
La LXIV Legislatura local acordó en su 19 sesión ordinaria la inscripción con letras de oro la siguiente expresión alusiva: “2019, conmemoración del 150 Aniversario de la erección del Estado de Hidalgo”, dicha propuesta fue presentada por legisladores del Partido Revolucionario Institucional y secundado por las otras corrientes partidistas.
El Estado de Hidalgo ha procreado personajes destacados en varios campos del conocimiento y en las artes, entre los que destacan en el ámbito internacional son: Rodolfo Guzmán Huerta El Santo”, caricaturista Gabriel Vargas Bernal, y Sixto Valencia Burgos. Berta Zerón precursora de la aviación, Juan Guillermo Villasana, Juan Pablo Aldasoro Suárez, Eduardo Aldasoro Suárez. Escritores de Alfonso Cravioto Mejorada, Efrén Rebolledo, Ricardo Garibay, Teodoro Manzano, Margarita Michelena. Periodistas Elisa Acuña Rosseti, Miguel Ángel Granados Chapa, el comediante Sergio Corona. Ingenieros Gabriel Mancera, Roberto Gayol, el Cantautor Nicando Castillo, el director de baile folklorista Álvaro Serrano, el pedagogo Ramón. G. Bonfil,
En el ámbito militar, el general Vicente Segura y en ilustre revolucionario Felipe Ángeles Ramírez. Por cierto, en este año se cumplen 100 años de haber sido fusilado, al igual que el general Emiliano Zapata y en el estado de Morelos el año es dedicado al general impulsor del agrarismo. Felipe Ángeles fue vilipendiado por sus oponentes quienes lo acusaron de traidor, el general respondió: “pues sepan carrancista y huertistas, que estoy con Villa, Zapata, y con Genovevo de la O ., y con todos los pobres que no se someten a la injustica y que no se presentan las espaldas al látigo de los dictadores, que me enorgullezco de ello, que me entristece que mis escrupulosos enemigos, siendo mexicanos, no aborrezco el látigo del amo y vayan poco a poco mendingando, el ánimo y el derecho a lamer las botas del dictador”.
Por su pensamiento y acción, sus enemigos lo condenaron a ser fusilado.