Referente material de la apuesta de Tulancingo hacia la cultura, el jardín del arte en conjunto con el centro cultural Ricardo Garibay, hacen que las tardes el Centro Histórico de este municipio se llenen de un aire bohemio, relajante y cautivador.
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Este jardín se ha hecho famoso por sus fuentes, las cuales son aprovechadas por los niños para chapotear.
También cuenta con sus típicas letras gigantes correspondientes.
Tiene una vista privilegiada hacia la catedral de San Juan Bautista, ícono arquitectónico del municipio.
Los atardeceres en este jardín son realmente hermosos.
Con un diseño vanguardista, en este lugar también se encuentra el Centro Cultural Ricardo Garibay.
Es utilizado como sede de distintos talleres para todas las edades.
Además de exhibición al aire libre de esculturas realizadas por artistas hidalguenses.
Por si fuera poco, el Centro Cultural tiene un mirador que ofrece una bonita vista al visitante.