A escasos días de celebrarse dos grandes fiestas tradicionales, la Navidad y el Año Nuevo, las familias pachuqueñas echan mano de la coperacha para enfrentar los gastos de las mismas… y el esfuerzo de cocinar y asear.
“Nooo, pues entre mis hermanos y yo nos dividimos el gasto y el trabajo”, aseguró Marina Gómez Ramos, vecina de la colonia Morelos, quien dijo que sus dos hermanas, su mamá y ella se encargarán de la comida, y sus dos hermanos, de las bebidas, “y entre todos, el gasto, mi hermana, la casada y con dos niños, aportará el doble que los demás.”
Celebrar en casa conlleva mucho trabajo, “así que las mujeres ayudamos a mi mamá a cocina, pero mis hermanos se encargan de limpiar el baño, la sala y el comedor. Y al otro día, limpiamos entre todos”, aseguró Marina, quien consideró que “afortunadamente en mi casa reina la democracia en derechos y obligaciones.”
Las familias se preparan para celebrar la Nochebuena y la noche de Fin de Año con platillos como tamales, pollo enchilado, pavo y bacalao, y en algunos casos, pescado; se preparan para gastar entre mil y cinco mil pesos, dependiendo del platillo o platillos y el número de comensales.
“Yo tengo siete hijos, todos casados, y 19 nietos, así que voy a hacer tamalitos, lo más económico, y luego ellos llegan con espagueti, con ensalada de manzana, con refrescos; yo sólo pongo los tamales”, comentó la señora Elena Ontiveros, vecina de la colonia Juan C Doria, quien calcula gastar en ello unos mil pesos. “Todo está muy caro”.
El pollo enchilado, espagueti con crema y ensalada de navidad “es lo que suelo preparar en Navidad”, confío Olivia Martínez, de la colonia Centro, quien calculó que preparar estos platillos para unas 12 personas le llevará a gastar entre mil 500 y dos mil pesos, “pues con el ponche, el pan, algunos postres, los gastos se disparan… afortunadamente en mi casa se acostumbra la coperacha, todos le ponemos.”
Incluso en el hogar de Emma Lorenzo, vecina del fraccionamiento Paseo de la Plata, quien emigró con su esposa y tres hijos de la Ciudad de México a Pachuca, también imperará la coperacha “entre mi marido y yo, pues los dos trabajamos.”
Este año Ema y su familia pasarán la Navidad en Pachuca, “pero ese día trabajamos, así que ya decidimos que vamos a preparar una ensalada de manzana, compraremos pizzas, refrescos y un pequeño pastel para los niños… ah, y platos y vasos desechables. Lo importante es pasarla contentos.”
Gracias a la coperacha, en la casa de Rosario Venegas, vecina del fraccionamiento Prismas, “en Navidad comemos rico”. Cada hermano y hermana entregan a la madre mil pesos, “y con cinco mil pesos, mi mami nos prepara pavo, bacalao, pierna enchilada, espagueti, ensalada verde y de manzana, gelatina mosaico, buñuelos, ponche, y nos alcanza para cenar y el recalentado del 25”, comenta.
En casa de Elena Montalvo, de la colonia Cubitos, en su familia solo hay coperacha para comprar bebidas, pues “para la comida nos ponemos de acuerdo, y así todo mundo cocina y limpia. Hay quien lleva el espagueti y ensalada de manzana, quien lleva camarones adobados, tamales, bacalao, tortitas de camarón con romeritos, quien pone la piñata, los dulces y aguinaldos… es lo bueno de tener una familia tan grande y en donde ninguno somos codos, todos le ponemos y de buena voluntad”, aseguró.
Aportar para cenar en familia permite, además de convivir, disfrutar de una más amplia variedad de platillos… sin tanto esfuerzo físico ni económico.